AlcantarillaAlcantarilla Bajo las calles de Ponferrada, existe otra ciudad paralela por donde a lo largo de kilómetros de extensión transcurren túneles y pasadizos repletos de cables, conductos, tuberías de agua potable y sobre todo, el alcantarillado.

La misión de las alcantarillas, tan simple como delicada y necesaria - no hay que olvidar que las infecciones se encuentran más extendidas en aquellas ciudades con un escaso o deficiente alcantarillado -, consiste en la recogida, transporte y conducción de las aguas residuales, tanto los procedentes de usos domésticos, como las industriales, agua de lluvia e infiltraciones, garantizando así el saneamiento de las poblaciones y su entorno.

El agua es un elemento imprescindible para la vida del hombre, tanto para su organismo como para actividades urbanas, agrícolas e industriales.

Con el progreso social y el avance tecnológico se hace necesaria una mayor cantidad de agua debido a factores como el aumento de la densidad de población en las ciudades, así como el incremento del consumo por habitante y día, debido a la mejora del nivel de vida. Todo ello se traduce en un mayor consumo, y por tanto, una mayor producción de aguas residuales.

La intensa actividad industrial necesita también elevados volúmenes de agua.

Como consecuencia de estos hechos, existe la necesidad permanente de aumentar la red de abastecimiento y por lo tanto, de forma paralela, de desarrollar también las ampliaciones de la red de saneamiento.

La existencia de las redes de saneamiento, lleva consigo la necesidad de un servicio para su explotación, entendiendo por tal, tanto la limpieza como la reparación, mantenimiento e inspección de la misma.

Con el avance de las tecnologías se han ido descubriendo nuevos sistemas de limpieza, inspección y mantenimiento preventivo.

Con estos avances se evitan las roturas de las conducciones, consiguiéndose mantener las mismas en buen estado.