Los perros que llegan al albergue lo hacen a veces en condiciones lamentables.

Han sufrido maltrato, atropellos , hambre.. llegan a veces tan asustados que pueden ser agresivos, pues han perdido toda confianza en los humanos que son quienes les han causado tanto daño.

Con cariño y cuidados ....y mucha paciencia el personal del albergue se encarga de recuperarlos tanto física como anímicamente para que estén en condiciones de ir a otro hogar.

Los ejemplos más recientes los tenemos en Pipi, Tula y Pinto, cuyo aspecto ha mejorado notablemente así como su ánimo y confianza .


Búscalos en el enlace que hay abajo, para ver sus cambios.