Las ayudas a la vivienda rural, además de facilitar el acceso a una vivienda, trata también de luchar contra la despoblación en el ámbito rural permitiendo tanto el mantenimiento de la población existente en los pueblos como el impulso para que nuevas personas establezcan en ellos su residencia habitual y permanente y mantener el patrimonio inmobiliario de los pueblos de Castilla y León mediante la rehabilitación de edificios y viviendas.
Con ello, además, se consigue revitalizar económica, social y demográficamente los pueblos de Castilla y León y su inmenso patrimonio, especialmente en aquellas zonas con un importante valor cultural e histórico como es el caso del Camino de Santiago.
Las actuaciones protegibles son las que tradicionalmente se han venido contemplando en convocatorias anteriores, como son la adquisición de vivienda nueva construida, la autopromoción o autoconstrucción y la rehabilitación de viviendas en sus modalidades de rehabilitación genérica, especial e integral.
Las ayudas públicas consisten, con carácter general, en préstamos cualificados para financiar las actuaciones protegibles señaladas anteriormente situadas en el ámbito rural, y para aquellas personas con menores ingresos económicos, en subsidios del tipo de interés de estos préstamos y, en los casos señalados en la convocatoria, una ayuda económica directa.