Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, 2021
Ponferrada, 25 noviembre 2021.
Con motivo de la celebración institucional de este día, la Concejalía de Bienestar Social, Infancia e Igualdad, en colaboración con el Consejo Municipal de las Mujeres, ha organizado una serie de actos entre los que se encuentra la lectura pública del Manifiesto, así como la instalación de sillas vacías y lazos violeta que representan a cada una de las mujeres asesinadas.
MANIFIESTO 25N CONSEJO MUNICIPAL DE LAS MUJERES AYTO DE PONFERRADA.
"Si me matan, sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte".
Con esta frase, la activista dominicana Minerva Mirabal respondía a principios de los años 60 a quienes le advertían de un secreto a voces: Iban a matarla!
El 25 de noviembre de 1960, su cuerpo y el de sus hermanas, Patria y Maria Teresa, aparecieron destrozados en el fondo de un barranco, en el interior de un vehículo con su conductor.
Las hermanas Mirabal, "las mariposas", fueron ahorcadas, apaleadas y luego lanzadas dentro del vehículo por un precipicio.
En el momento de morir tenían entre 26 y 36 años, y cinco hijos en total.
Hoy, como cada 25 de noviembre, la fuerza de Minerva, Patria y María Teresa se hará sentir especialmente con motivo del Día Internacional para Eliminar la Violencia contra la Mujer, que fue declarado por la ONU en su honor en el año 2000, invitando a gobiernos y organizaciones internacionales a coordinar actividades que aumenten el nivel de conciencia pública sobre esta lacra y buscar soluciones políticas para solventarlo.
Desde entonces, muchas Mujeres hemos convocado y participado en cada pueblo, ciudad y provincia de nuestro país, organizadas en un frente común de lucha y concienciación, lo que nos ha llevado a lograr coordinarnos y ser millones las mujeres que en países europeos y de todo el mundo nos manifestamos y peleamos por la eliminación de toda violencia contra las mujeres. Hemos avanzado mucho en el conjunto de la sociedad, sí, cierto, pero también es cierto que queda mucho por hacer y la realidad es torticera y cruel y nos azota cada día con más rostros y nombres de mujer asesinadas, violadas, prostituidas, vejadas a manos de su opresor, acosador, violador y maltratador. No podemos negar la dureza de esas cifras, de esas vidas y familias truncadas, 4 menores y 70 mujeres asesinadas del anterior 25N a hoy mismo en nuestro país.
Y lo más terrorífico, es esa peligrosa senda de negación absoluta de la existencia de la violencia machista que mata, viola, abusa y maltrata día tras día; negación que enarbolan con mensajes peligrosos e irresponsables que sin embargo, calan en nuestros y nuestras jóvenes, según las últimas estadísticas entre adolescentes. La realidad, es que la edad media de víctimas de violencia machista va bajando sin parar, bajo "el falso mito de amor romántico" socialmente aceptado, ese modelo de "no es verdadero amor si no te hace sufrir , si no duele" y en su compañía, una "erotización de la violencia contra las mujeres llamada pornografía" insana, tóxica y muy dañina que se extiende vertiginosamente entre jóvenes y adolescentes. Es por ello, que más que nunca debemos tomar conciencia de que absolutamente cualquier tipo de violencia contra las mujeres es un problema social, debemos, y de manera inmediata, asumir todas y todos nuestra cuota de corresponsabilidad. Cada una, cada uno de nosotros tenemos madres, hermanas, hijas, novias, mujeres, sobrinas, amigas, vecinas y todas estamos expuestas a sufrir violencia. Es muy importante que como madres y padres en primer orden de "educadoras y educadores", hagamos nuestra labor desde ya, no podemos permitirnos esperar que la responsabilidad caiga en terceras personas. Años atrás , nuestros padres y nuestras madres superaron la barrera de tener "esa conversación " sobre sexo, con sus hijos e hijas e intervenir directamente en su educación sexual. Ahora nos toca a nosotras y nosotros tener "una y mil conversaciones con nuestros hijos e hijas", sobre cómo debemos tratarnos en igualdad, respeto y amor, enseñarles a reconocer, rechazar y reaccionar ante cualquier señal y conducta de violencia contra las mujeres, que son muchas, diversas y muy instauradas en nuestros entornos. ¿Lo estamos haciendo? ¡NO! Y es urgente que nos pongamos a ello YA. Lo mismo corresponde en todos los estamentos sociales, laborales, institucionales y políticos. ¡Aún no llegamos! Aún no es suficiente, aún hay muchos fallos en los mecanismos de prevención, vigilancia, protección y seguimiento y sobre todo, aún no nos hemos planteado focalizar la atención y todas las acciones necesarias en el maltratador. Mientras no se produzca ese salto, y actuemos, el trabajo por la erradicación de la violencia contra las mujeres, seguirá a medias eternamente.
La lucha feminista y más aún, la lucha por la eliminación de la violencia de género, se está convirtiendo en una auténtica guerra entre hombres y mujeres, o al menos, hay determinados núcleos del sistema patriarcal que hacen lo posible porque así lo parezca.
Las mujeres seguimos sintiéndonos muy solas socialmente en esta dura batalla, donde parece que sólo nos compete a nosotras reaccionar, defendernos, luchar y poner medios para acabar con toda violencia contra nosotras.
No es el hombre nuestro enemigo; sí lo es el agresor, acosador, violador, proxeneta, maltratador, asesino y todos los que con sus chistes ridiculizan y frivolizan la violencia que sufrimos las mujeres. Ése es el enemigo común de nuestra sociedad. Y la verdad, que viven entre nosotras y nosotros, conviven, trabajan, son nuestros vecinos y así está normalizado, y no en cambio para nosotras, las víctimas, que en la mayoría de los casos nos escondemos, apartamos y alejamos socialmente estigmatizadas para siempre, o para muchísimo tiempo en la mayoría de las ocasiones.
Ojalá, hombres, fuerais los que nos convocarais un 25N, y movilizarais a miles, millones de hombres que en todo el país y en el resto de los países mostrarais vuestro más categórico y absoluto rechazo a la violencia machista, a que esos hombres sean aceptados socialmente entre el resto de los hombres y de la sociedad. No avanzaremos mucho más mientras no asumáis vuestra responsabilidad, y deis un paso valiente y firme por la eliminación de las violencias machistas, reconociendo la gravedad de la situación actual y salgáis a dar la cara por las mujeres que la sufrimos. Todas estaríamos ahí, porque lo estamos siempre, estamos unidas.
¡Sólo hay que escoger el camino de la valentía, no es el camino fácil, pero sí es el que hay que andar!
¡Sólo os pedimos, el mismo valor que nosotras tenemos en esta dura lucha¡
"Aún es tiempo de las mariposas".
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