Conducción responsable
Una conducción más segura reduce la probabilidad de sufrir un accidente o de causarlo, mejora la convivencia ciudadana y pacifica el tráfico.
En un accidente a sólo 50 km/h, un adulto que no lleve cinturón de seguridad sale despedido hacia delante con una fuerza de 3,5 toneladas. Con el cinturón de seguridad puesto, la probabilidad de salvar la vida en caso de accidente es seis veces mayor que sin él.
La utilización del cinturón de seguridad es obligatoria, tanto en los asientos delanteros como en los trasero, y tanto en trayectos urbanos como en carretera.
Ajusta el reposacabezas lo máximo posible a la parte posterior de la cabeza. La posición adecuada es aquella en la que la parte superior del reposacabezas queda a la misma altura que la parte superior de la cabeza.
En caso de accidente, el peso del niño aumenta unas 20 veces, lo que hace que sea imposible sujetarlo si se lleva en brazos. Un accidente a tan soló 8 km/h puede causar la muerte de un niño que no lleve puesto el cinturón de seguridad.
Es obligatorio el uso de sillas infantiles hasta los 12 años o mientras el niño/a tenga una altura inferior a los 135 com. Nunca viajes con un niño en brazos o sentado sobre tu regazo. Utiliza sistemas de retención adaptados a su edad y características físicas.
Circular sin casco significa tener un 40% más de probabilidades de sufrir una lesión craneal grave. El uso del casco reduce un 30% la probabilidad de sufrir lesiones mortales.
Respeta los límites de velocidad y adapta la velocidad de tu vehículo a la señalización de la carretera, al tráfico y a las condiciones atmosféricas. Reduce la velocidad cuando haya motoristas, peatones o ciclistas en la vía, especialmente si se trata de niños o de personas con movilidad reducida.
No conduzcas si has consumido alcohol o drogas y si tomas medicamentos, lee el prospecto o consulta tu médico ya que afectan a la capacidad de conducción. Nunca subas a un coche con un conductor que haya bebido.
Una conducción más cívica contribuye a que la ciudad sea un espacio de relación humana y de convivencia ciudadana. Los vehículos a motor deben integrarse con el máximo respeto a los que se desplazan mediante modos de transporte no motorizados.
En las colisiones entre peatones y vehículos que circulan a unos 50 km/h, mueren el 80% de los peatones. Si la velocidad se reduce a 30 km/h, el riesgo de tener un accidente disminuye hasta el 50%.
El espacio público que ocupa los peatones y el transporte público es 100 veces inferior al que utilizan los coches y las plazas de aparcamiento. Por cada viajero transportado, el autobús, por ejemplo, sólo necesita el 5% del espacio utilizado por el automóvil.